martes, 10 de abril de 2007

Matar es una estupidez. Nunca debe hacerse nada de lo que no se pueda hablar en la sobremesa.


Es detestable la vulgaridad del realismo en la literatura. Al que es capaz de llamarle pala a una pala, deberían obligarle a usar una. Es lo único para lo que sirve.
Logro resistirlo todo, salvo la tentación.
Me gusta contemplar a los hombres geniales y escuchar a las mujeres hermosas.

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